¿Cómo debes cuidar a tus perros en invierno?

En invierno, llega el frío y, según los sitios, la nieve, lluvia helada o humedad. Pero también el aire seco cortante. Nosotros nos tapamos, encendemos la calefacción y nos apetecen sopas calientes. Pero ¿y nuestras mascotas? A continuación, te damos unas pautas para cuidar a tus perros en invierno.

– ¿Perros dentro o fuera?

Aunque muchos de los perros, en España, viven en pisos, otros se encuentran en fincas y chalets o duermen en el balcón, el jardín, el patio o la terraza. No conviene que los perros en invierno pasen mucho tiempo fuera, si están en una zona fría (sobre todo, de noche). Si no hay más remedio que dejarlo fuera, proporciónale una buena caseta o cobijo seco y cómodo.

– Abrígalo.

Entre los cuidados a los perros que solemos dejar de lado en invierno, podemos citar la ropa de abrigo. No te dejes engañar: que tengan una capa de pelo no quiere decir que estén a gusto. Sobre todo, porque no todos son de razas adaptadas al frío, como, por ejemplo, el husky. Además, hay perros con más riesgo que otros, como los más pequeños, los más viejitos, cachorros o los que están enfermos. Proporciona a tu perro una capa extra con un jersey o chubasquero para que se mantenga cálido y seco cuando salgáis a pasear.

– Cuida su piel.

Si se mojan jugando en la nieve, en los charcos o bajo la lluvia, es muy importante que los seques bien, para evitar esa humedad extra que, por el frío, no se elimina bien y puede acabar provocando dermatitis. Las patas y los dedos son especialmente sensibles. Protégelos de la humedad y del frío con algún gel o alguna vaselina apropiados. Fíjate en si hay alguna pequeña herida o irritación, ya que los diminutos cristales de hielo pueden ser dañinos.

– Cuidado con los parásitos.

Pulgas y garrapatas no son solo problemas de primavera y verano. En invierno, estos peligrosos e incómodos parásitos sufren mucho con las temperaturas más bajas, así que están deseosos de encontrar un huésped agradable. No olvides proteger a tus perros con collares y pipetas, tanto antiparasitarios como repelentes.

– Cuidado con lo que come.

En invierno, se usa sal para derretir el hielo y puede sentarle mal si la come. Además, puede irritar las almohadillas de sus patas (sécalas bien, después de los paseos). También es peligroso el anticongelante que se usa para los vehículos. Este líquido se utiliza, especialmente, en invierno y es venenoso para nuestras mascotas, pero, además, tiene un sabor dulce que es atractivo para los perros. Presta mucha atención a los derrames de anticongelante, cuando hagas el mantenimiento de tu coche, y limpia y recoge todo lo que salpique, rebose o se caiga.

Recuerda: si hace demasiado frío para ti, seguramente, también lo hace para él.