¿Qué es la ehrlichiosis canina y qué puedo hacer para prevenir a mi perro?

Quizás hayas oído hablar de ella, pero no sepas exactamente qué es la ehrlichiosis canina. Te lo contamos.

Aquellos que realmente amamos a nuestras mascotas nos preocupamos por su bienestar en todos los aspectos, incluida la salud. Por eso, nos preocupa que puedan enfermar a causa de infecciones transmitidas por parásitos, como en el caso de la ehrlichiosis canina.

Ehrlichiosis: enfermedad y síntomas

La ehrlichiosis es una enfermedad canina producida por una bacteria. Esta llega al animal a través de la mordedura de la garrapata. Por efecto de su crecimiento y reproducción en los glóbulos blancos de la mascota, esta bacteria, del género Rickettias, destruye sus células y puede producir anemia.

Otras afectaciones incluyen la médula ósea y el sistema inmunológico de nuestra mascota. Es una infección que puede enfermar a cualquier perro sin que estos puedan transmitirla a seres humanos. Otros nombres por los que se conoce esta enfermedad son: fiebre hemorrágica, pancitopenia tropical canina o tifus canino.

Aunque los síntomas pueden variar en función de la raza y edad del animal, las enfermedades asociadas y lo maligna que sea la cepa, los más habituales son el letargo, la falta de apetito (con la consiguiente pérdida de peso), las hemorragias espontáneas, la fiebre, los cambios comportamentales, los problemas respiratorios e, incluso, determinados signos neurológicos (lo que incluye las convulsiones).

Diagnóstico y tratamiento de la ehrlichiosis canina

El diagnóstico de esta enfermedad debe ser realizado por un veterinario. Por este motivo, en caso de percibir cualquier síntoma extraño en tu mascota, lo primero que debes hacer es llevarlo a una consulta veterinaria. Si el profesional sospecha que pueda padecer esta enfermedad, le realizará una analítica de sangre con una prueba específica para detectar la bacteria que la provoca.

Si el diagnóstico confirma que tu perro tiene ehrlichiosis canina, el veterinario te recetará un tratamiento basado en antibióticos. Una vez finalizado este, volverá a realizar al animal una analítica para comprobar que la bacteria ha sido eliminada y, de no ser así, le administrará un segundo tratamiento con otro antibiótico diferente.

Las posibilidades de curación son buenas, siempre y cuando se coja la enfermedad en sus primeras etapas, pues, si dejamos pasar demasiado tiempo, pueden resultar afectados otros órganos, lo que dificultaría e, incluso, imposibilitaría la recuperación del animal.

Prevenir es mejor que curar

Para evitar a tu perro pasar por esta dura enfermedad, lo mejor que puedes hacer es prevenirla desde el origen, las garrapatas. Por ese motivo, es importante que mantengas a tu mascota desparasitada mediante collares y aerosoles, pero, muy especialmente, mediante pipetas para perros.

Estas son los sistemas más efectivos de desparasitación externa para tu animal, además de resultar muy sencillas y cómodas de aplicar. Solo debes aplicarlas con regularidad sobre tu mascota, siguiendo las instrucciones de tu veterinario, y evitarás que tu perro coja esta y otras muchas infecciones transmitidas por los parásitos de los que protegen estas pipetas.